El color es una percepción particular del ojo humano que es interpretada por el cerebro. Sus efectos pueden producir sensaciones y emociones importantes.
Todos hemos experimentado en algún momento de nuestras vidas la diferente sensación que nos provoca el cambio de color en un ambiente ya sea una pared o en la decoración ya que influye sutilmente en el estado de ánimo de las personas. Es capaz de estimular o deprimir, puede generar alegría o tristeza, despierta actividades activas o pasivas, favorece la sensación de frío o calor y se lo identifica con lo masculino y lo femenino. En nuestras casas los colores reflejan nuestra personalidad, nuestros gustos y nuestro estado de ánimo.
Para el Feng Shui es un complemento muy útil que se usa para la total armonización de un ambiente. Se lo asocia a los diferentes elementos de la naturaleza con un significado distinto y envían una percepción o energía hacia nuestro subconciente.
Elementos
Cada color se asocia a un elemento de la naturaleza:
Rojos y naranjas: fuego
Marrones y amarillos: tierra
Blancos, plateados y dorados: metal
Negros, azules y turquesas: agua
Verdes: madera
Los elementos se relacionan entre sí a través de distintas secuencias. Para utilizarlos armoniosamente se utiliza la secuencia constructiva que es:
Opción 1:
Madera alimenta el fuego
Fuego produce la tierra
Tierra produce el metal
Metal condensa el agua
Agua alimenta la madera
Opción 2:
Madera - fuego - tierra - metal - agua - madera
Lo ideal es usarlos en grupo de tres para lograr el equilibrio comenzando desde cualquier elemento.
Por ejemplo:
Fuego (rojos y naranjas) - tierra (marrones y amarillos) - metal (blancos y grises claros)
Agua (azules, negros y turquesas) - madera (verdes) - fuego (toques de rojos o naranjas)
0 comentarios